El diseñador Paco Gil sueña con una mujer que se adentra en su paraíso particular de creaciones para primavera-verano 2010, venerada a través de las más lejanas tierras de la imaginación.
Tacones fuertes y sexys, bien estructurados con plataformas corridas inspiradas en exóticos viajes. Aplicaciones de plumas, conchas, tacones en nácar y cuerno, “souvenirs” de sus largos paseos en búsqueda de inspiración. Poderosa pitón, objeto del más caprichoso deseo. Como la flecha de una veleta que busca el norte incansable, las puntas se afilan y los tacones se estilizan.
Como si se tratase de un barco que zarpa a la aventura de playas secretas, cuñas de cuerda blanca trenzada unidas a pieles brillantes como el Mediterráneo, materiales naturales como el esparto para modelos que se funden con la piel en una ilusión etérea. Modelos planos porque en el paraíso, a las musas de Paco Gil, les gusta correr en búsqueda de secretos parajes.
Materiales naturales y finas napas en colores camel, beige y avellana con multi cuerdas que hacen al tobillo protagonista de este viaje bañado por la luz del verano.
Tacones fuertes y sexys, bien estructurados con plataformas corridas inspiradas en exóticos viajes. Aplicaciones de plumas, conchas, tacones en nácar y cuerno, “souvenirs” de sus largos paseos en búsqueda de inspiración. Poderosa pitón, objeto del más caprichoso deseo. Como la flecha de una veleta que busca el norte incansable, las puntas se afilan y los tacones se estilizan.
Como si se tratase de un barco que zarpa a la aventura de playas secretas, cuñas de cuerda blanca trenzada unidas a pieles brillantes como el Mediterráneo, materiales naturales como el esparto para modelos que se funden con la piel en una ilusión etérea. Modelos planos porque en el paraíso, a las musas de Paco Gil, les gusta correr en búsqueda de secretos parajes.
Materiales naturales y finas napas en colores camel, beige y avellana con multi cuerdas que hacen al tobillo protagonista de este viaje bañado por la luz del verano.
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